Ejercicio Físico en los Adultos Mayores. La píldora antienvejecimiento.
Mantener un envejecimiento activo, es la estrategia NO FARMACOLÓGICA más existosa para mejorar la calidad y esperanza de vida en los adultos mayores (Weisser, Preuss, & Predel, 2009).
La práctica de ejercicio físico podría considerarse, por tanto, LA PILDORA ANTIENVEJECIEMIENTO, con efectos positivos sobre multitud de variables biológicas y psicolociales del adulto mayor en sus diferentes etapas de envejeciemiento (Lachman et al., 2018).
Además de prevenir, mejorar o incluso sanar algunas enfermedades asociadas a esta etapa de la vida, el ejercicio físico bien programado y supervisado por profesionales especialistas de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, genera en los adultos mayores, una mejora significativa en la percepción de bienestar personal, debido a un aumento del sentimiento de autoeficacia, independencia y sociabilidad (Dionigi, 2007).
Los principales beneficios que se generan mediante la práctica de ejercicio físico regular bajo la supervisión de profesionales especialistas y que han sido científicamente evidenciados, son los siguientes:
- Disminuye la incidencia de otras enfermedades de origen cardiovascular.
- Reduce el riesgo de padecer Síndrome Metabólico y otras enfermedades de origen cardiometabólico, como la Obesidad y la Diabetes tipo II.
- Favorece el fortalecimiento y aumento de la musculatura luchado contra la dinapenia y sarcopenia, respectivamente; lo que conlleva a una mejora de la funcionalidad y rendimiento físico, así como, a una disminución del riesgo de caídas y fracturas.
- Disminuye el dolor músculo-esquelético asociado al proceso de envejecimiento.
- Disminuye la pérdida mineral ósea y previene frente a la osteoporosis y osteoartritis.
- Conserva y mejora la función cognitiva, protegiendo frente al riesgo de desarrollar Alzheimer.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Disminuye la probabilidad de sufrir depresión, debido a la mejora de la salud emocional y autoestima.
- Reduce la incidencia de algunos tipos de cáncer (especialmente, mama, colon y páncreas), así como, mejora la recuperación física y emocional trás la superación de algún tipo de cáncer
La esperanza de vida de la población sigue aumentando gracias a los avances de la investigación en áreas de la salud, y es por ello, que es importante mantener un proceso de envejecimiento saludable y con una alta calidad de vida. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud, apuesta por unas mínimas pautas de práctica de actividad física durante el envejecimiento, con las siguientes recomendaciones:
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de enfermedades no transnmisibles (ENT), depresión y deterioro cognitivo, se recomienda que:
- Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
- Que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
- Que se realicen actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos, dos o más días a la semana.
- Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.
En Club de Salud Gimnasio Imagen apostamos por un envejecimiento activo y saludable y nos comprometemos con mejorar tu salud y calidad de vida a través de un programa de ejercicios adaptado a tus necesidades, teniendo en cuenta cualquier particularidad u objetivo de mejora asociado a tu etapa etaria.